Es evidente que los equipos son importantes: son un punto prioritario en la agenda de cualquier buen líder. Un equipo podría definirse como un ser humano; nace, crece, madura y se espera que aporte a los demás con su existencia.
Reunir a un grupo de personas en el mismo lugar a trabajar no significa que lo hagan en equipo; crear y desarrollar un verdadero equipo de trabajo es mucho más complejo de lo que se piensa y va más allá del solo hecho de reunir personas con un objetivo específico.